Emmanuel Osorio Aragón, un trabajador extraordinario

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Desde que era niño, Emmanuel Osorio Aragón generó un interés genuino por compartir la lengua de señas con las personas que lo rodean, pues debido a su sordera, ésta es la mejor manera en que puede comunicarse. Esto no sólo le trajo nuevas amistades, también le brindó la oportunidad de desempeñarse laboralmente en la Secretaría de Administración.

Tenaz, feliz y lleno de energía, así es como se describe Emmanuel, servidor público que forma parte de la Coordinación de Espacios Públicos Recreativos y que desde hace cinco años se presenta todas las mañanas en las instalaciones de Ciudad Administrativa para cumplir con sus deberes.

En punto de las 9:00 horas comienza su recorrido por los edificios del complejo administrativo, lugar que le permite desarrollarse laboralmente y en el cual se siente cobijado y empoderado. Durante las labores de mantenimiento saluda a sus compañeras y compañeros de oficina, invitándoles a conversar mediante su canal de comunicación.

Sin embargo, su máxima pasión es apoyar con las capacitaciones de Lengua de Señas Mexicanas, actividad que le otorga un lugar para transmitir conocimientos al capital humano del Gobierno del Estado, al tiempo que puede expresarse plenamente.

“Me gusta interactuar con las personas. Me siento a gusto cuando comparto mi lenguaje con ellas. Esto me ha ayudado a cambiar mi percepción y la manera con la que me relaciono”, explicó mediante Hugo Eleazar García Alonso, intérprete con quien imparte este curso de la Unidad de Desarrollo Profesional.

“Una de las cosas que me emociona más es ver el interés de las y los servidores públicos por este tipo de ejercicios. Cuando acuden, me preguntan cómo emplear las señas y yo les explico el significado de cada una éstas”, continuó. “Hay un reconocimiento y la gente se suma a este cambio”.

La pasión por compartir estas habilidades surgió durante su niñez, debido que al inicio encontraba problemas para relacionarse con su entorno. “En el momento en el que asistí a clases de lengua de señas aprendí a expresarme y esto me permitió generar nuevas amistades”, dijo.

“Debido a que el personal se interesa en mi trabajo y en mi forma de comunicarme, saben que para interactuar conmigo deben acercarse y tener un contacto visual, de lo contrario me mantengo concentrado en mi labor”.

De acuerdo con Emmanuel, transmitir estos conocimientos ayuda a romper la soledad y el entorno se vuelve más amigable. Por eso invita a mujeres y hombres a que participen en estas capacitaciones. “Espero que se acerquen para que entiendan más sobre este tema”, agregó.

“También les digo que si quieren tratar conmigo, sólo basta con que toquen mi hombro. Algunos no saben que tengo sordera y soy mudo, por eso piensan que soy serio, pero todo cambia cuando aprenden lengua de señas, esto permite que más gente pueda comunicarse conmigo y eso me hace muy feliz”, finalizó.