Muerte de árbitro en estadio boliviano reabre debate sobre altitud

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La repentina muerte del árbitro Víctor Hugo Hurtado en el estadio de El Alto, en Bolivia, a 4 mil 090 metros sobre el nivel del mar, reflotó el debate de jugar partidos a gran altitud, un tema que genera defensores y críticos en el país.

El juez, de 32 años, se desvaneció el domingo en el estado Municipal de El Alto en el minuto 49 del encuentro por el torneo de primera división entre el crédito local, Always Ready y Oriente Petrolero, a causa de un ataque cardíaco. Posteriormente falleció en una clínica por un segundo infarto.

El deceso motivó la inmediata pregunta en la afición deportiva y la prensa especializada: ¿Murió por efectos de la altura?

El presidente de la Federación Boliviana de Futbol (FBF), César Salinas, salió al paso para negar que la altitud haya matado a Hurtado, como sostuvieron algunos medios internacionales.

“Gente adentro y afuera que no nos quiere y va a tratar de utilizar este tema (para perjudicar al futbol boliviano, cuando) ya se ha demostrado que (el juego en altitud) no afecta”, reaccionó el mandamás del futbol local y ex presidente de The Strongest, de La Paz, a 3 mil 600 metros sobre el nivel del mar.

Además, el estadio Hernando Siles, en La Paz, es el histórico reducto de la selección boliviana para partidos internacionales.

Salinas remachó sobre el caso Hurtado: “Sería una muerte súbita. La muerte súbita, según el médico de la selección, puede darse en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia, en una persona joven o en una persona mayor”.

El médico Erick Koziner, del club Always Ready, uno de los primeros en auxiliar a Hurtado cuando se desvaneció en el campo, señaló tras la autopsia que “no había un edema pulmonar, que en las enfermedades de altura es lo primero que se observa antes de que pase al sistema cardíaco”.

El presidente del Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea, respaldó el informe que echa por la borda la hipótesis de que Hurtado haya muerto como efecto de la altitud. “Pudo haber tenido una enfermedad de base o el colesterol alto”, dijo, basado en que no había un edema pulmonar en el árbitro.

Pero reforzar los criterios de que la altura no tiene efectos peligrosos para la salud, Salinas dijo que la FBF “ya tomó la iniciativa de invitar a cuatro profesionales especialistas en el tema para que emitan un informe muy clínico, muy médico”, en un plazo de 10 días.

Derrotas brasileñas y argentinas

El tema del efecto de la altura en el futbol cobró fuerza desde aquel 25 de julio de 1993, cuando Bolivia derrotó 2-0 en La Paz a Brasil de Taffarel, Cafú y Bebeto. Fue la primera vez que la Canarinha perdió un partido de clasificatorias mundialistas.

En la FIFA estaba como presidente el brasileño Joao Havelange, de quien Bolivia sospecha que movió los hilos para vetar el estadio Hernando Siles.

El actual candidato presidencial boliviano Carlos Mesa, un connotado periodista, comandó entonces una campaña que evitó el veto al Siles, aduciendo razones médicas y científicas.

En 2006, cuando el suizo Joseph Blatter reemplazó a Havelange, reapareció el fantasma del veto, a ciudades como Quito y La Paz, aunque el entonces y actual presidente boliviano, Evo Morales, tomó en sus manos la campaña para evitarlo.

En las eliminatorias a Sudáfrica-2010 hubo otro resultado a favor de Bolivia que reflotó el tema: una histórica goleada 6-1, el 1 de abril de 2009, a la Argentina de Lionel Messi y su timonel Diego Armando Maradona.

Las quejas locales

También los equipos locales se han quejado de los efectos de jugar en estadios de La Paz, Oruro (3 mil 700 msnm) o Potosí (4 mil 070 msnm).

El argentino Néstor Clausen, ex entrenador de Oriente Petrolero, señaló que los equipos paceños, como The Strongest y Bolívar, suelen clasificar a torneos internacionales gracias a la altura.

Pero el presidente de la empresa BAISA, que administra Bolívar, Marcelo Claure, le recordó a Clausen que cuando él dirigía al club paceño no ganaba ni con la altura a favor.

Fuente: La Jornada